para andar por esa calle hay que dar pasos largos, de muchacha con prisa.
mientras incipientes goterones casi casi hacen notar que mi suéter con costos aguanta el ciclo delicado de la lavadora, mucho menos miradas de seducción de segunda mano, la tormenta se prepara e implota con disimulo; dinamita pura, ¡bellísima!
busco refugio y encuentro terrenos austeros. la tienda de chucherías chinas maquilla los temores con precios bajos; la crisis, talvez es una inflación desinflada que todos insisten en recordar de manera globalizada. consecuentemente, las gripes, las malas-influenzas, y los titulares deportivos de la semana vienen siendo algo parecido a la pelusa de mi suéter viejo -o vintage, para los modernos-
no hay mejor momento que el que ya sé me espera. me sacudo y sigo, los encuentros que se disfrutan mejor en casa
* ¿quién puede decir qué es el buen gusto? – franco moschino. la foto es de nikki jane
Y el cielo que cae a gotas, se derrama, y es un techo demasiado alto para cerra la llave, el sueter se empapa y se ajusta al cuerpo, luego en casa tirado a un lado de la piel desnuda fria que busca calor, será como una gota reventada contra el suelo.
Saludos ausentes.
Esas malas influenzas…genial el texto!
Excelente post Jen, muchas gracias.
«no hay mejor momento que el que ya sé me espera»
a veces esos momentos q uno sabe q no hay quite, juemialma.
la venida .cum
…nada como estar en casa…
yo soy de los modernos a los q les gusta esa palabrilla vintage…jaja!
amorexia ~ saludos
adrian ~ gracias 🙂
furia ~ a usted! 😉
cristian ~ la hora ta-tá
boso ~ jajaja ariel!
murasaki ~ es la comodidad más cómoda
srta. kabeza de radio ~ jejeje
Me gustó tu blog. Llegué por casualidad o quizá no…
Abrazos
gracias septiembre. regrese pronto 🙂