en bus como de la mano, prefiero el lado derecho, soleado y tibio.
* follow the day and reach for the SUN! ~ the polyphonic spree
13 thoughts on “brillante”
Ya me la imagino. Cerda inmunda.
7 AM. Sube al bus. Aspira el dulce aroma de humanidad concentrada y se apresura a tomar el asiento recién desocupado por el gordo que se acaba de bajar, antes de que se enfríe.
Gloria sublime, es el lado derecho del bus. El sol pasa radiante a través de la ventanilla cerrada, y perla su frente una gota caliente que se desintegrará paulatinamente en miles de gotitas por toda su cara hasta cubrirla hasta la nariz.
Se sube el cierre de su suéter, para disfrutar más la soporífera sensación de calor matutina. Siente cómo gotas de sudor luchan en vano por salir de su cuerpo, estranguladas por el cruel algodón.
Deliciosa la sensación de húmeda frescura en su espalda mientras se despega ocasionalmente del asiento.
Sumado al distintivo olor metálico que queda en las manos después de agarrar las frías y grasientas barras de acero que cuelgan del techo.
Pola. Vaya coma pollo frito. Odio los buses, especialmente en las mañanas, y el sol nunca fue más detestable que a través de la ventanilla cerrada de un bus viciado de aire respirado una y otra vez por mil cerdos disfrazados de seres humanos.
Desmatizante. Mjm. Mijit. Recuerdo claramente el desmatiz de cada mañana de Jen gimoteando sobre sus amigos marrón del bus de aurora o donde putas fuera que trabajase. Comían pollo y la acosaban sexualmente, alimentando secretamente su ego ante la inminente inquisición de su propia moral que decide callar por un breve pestañeo para gozar de su segundo de gloria que encapulla y deja salir hasta el momento en que se ve transformado en alada indignación.
Ahora, dejando de lado el desmatiz y el frenesí piranesí, todo este asunto de comer pollo ha traídome a la mente un cierto pasaje del difunto por tercera vez Carnavalito 2001, que hoy, vuelve para su deleite dos pinos, y dice mas o menos así:
Jueves 14 de julio, 2005
Salgo del trabajo algo agotado, ni a putas me iré en bus hasta San José. Hurgo en mi bolsillo en busca de chelines para viaje de tarifa mínima. Nada. Solo un billete de diez mil se asoma riéndose de mi con su carota de Emma Gamboa a sabiendas de la paliza que recibiré cortesía de la Fuerza Roja. Olvídenlo. Hago miniescala – o ese era el plan- en el chino del frente. Un taco chino hará el truco. – Tles mil quinientos. Dijo el chino. Por satan. Pago tragándome mi alboroto. No quiero problemas con la comunidad oriental. Luego de 20 minutos de espera: Pilín!, suena la campanilla. Pum: cojo la bolsa de papel. Pum: Taxi. Pum: Parada de Heredia. Pum: se suelta la tapa de la salsa agridulce. Pum: caldo vertido en todo mi pantalón. Miel. Miel!! MIEL POR TODAS PARTES. JOSÉ FUCKIN MIEL EN MI ROPA! y apenas voy por santo domingo. Empiezo a llorar. La peste es cada vez más insoportable. A este punto pierdo mi omnipresente pudor de comer en los buses y le clavo el diente al primer taco de los dos sobrevivientes. Imagen de Danny devito comiendo pescado en Batman 2 se viene a mi mente. Minivómito escala mi esófago, logro contenerlo y ponerlo de vuelta en su lugar. Llego al Gollo de Heredia. La parada por favor. Estoy triste, llueve, tengo hambre, y estoy bañado en lágrimas, mocos, babo pink agridulce y minirepollitos que bajan por mi cuello.
Lo que me lleva de vuelta al desmatiz.
Eh. No, Eso era todo. Cree que no tengo que trabajar? Cree que puedo dedicar todo mi día a su nube y sus problemas de maíz y desmatíz?
Desde la venida inmimente del auto-automóvil me da eso de extrañar los buses. Añoro las chichotas al lado derecho de mi cabeza tras dormitar contra la ventana y todavía recuerdo el particular multi-olor que se despierta en sus pasillos costrosos, aún más al fondo donde habitan esos seres comellopo , pilot-eros y peloteros. Creo que los de la aurora tristemente entran en mi categoría de «Altamente toxicos» , pero disfrutaba tomar los de alajuela. Tenía una extraña relación con la gente de provincia. De repente y me sentía comoda babeando en el brazo rechoncho de cualquier señora ‘e la liga. *Snif*
si aprovechar los pocos rayos de sol que se reciben al día… y por cierto que les agarró a esos invitados…??es que ellos van tan felices en sus carros, «ay que asco la gente», mejor mi pequeña y burguesita felicidad en una lata de sardinas con llantas.. ahhh y un ipod para ir mas en el raid «mio»…
hola! solo como aclaración. pitufina y usuario genérico son buenos amigos míos. hay que conocerlos para entenderlos. espero que nadie se sienta ofendido por alguna irracionalidad que vengan a dejar aquí. solían ser mi paño de lágrimas cuando tenía que agarrar un bus más lleno que camión blindado. y aunque por sus comentarios parezca que me odian, en realidad me quieren mucho.
silvia piranesi ~ gracias :). para mí es un honor que a usted le guste algo que yo escriba. como siempre, gracias por la visita 😀
amorexia ~ dejar las ventanas abiertas es un peligro en invierno. se mojan los asientos!
laura ~ me ha tocado eso de las chichotas, sí. lo de babear, mejor no hablo de eso.. jaja
maluigi ~ me gusta el sol :). los invitados no son anti-gente. son más bien anti-reverencia.
Silvia Piranesi ~ tiene razón en desmatizarse. Soy un amargado total incapaz de ver un rayo de sol a través de las nubes hediondas de pollo de bombillo. A diferencia de Jen. Que no sólo ve el rayo de sol entre la inmundicia, sino que también lo ve del lado derecho. : )
Maluigi ~ tiene toda la razón, tener carro es una delicia. Ilustro mi punto con este post mío de hace poco más de dos años:
Ya me la imagino. Cerda inmunda.
7 AM. Sube al bus. Aspira el dulce aroma de humanidad concentrada y se apresura a tomar el asiento recién desocupado por el gordo que se acaba de bajar, antes de que se enfríe.
Gloria sublime, es el lado derecho del bus. El sol pasa radiante a través de la ventanilla cerrada, y perla su frente una gota caliente que se desintegrará paulatinamente en miles de gotitas por toda su cara hasta cubrirla hasta la nariz.
Se sube el cierre de su suéter, para disfrutar más la soporífera sensación de calor matutina. Siente cómo gotas de sudor luchan en vano por salir de su cuerpo, estranguladas por el cruel algodón.
Deliciosa la sensación de húmeda frescura en su espalda mientras se despega ocasionalmente del asiento.
Sumado al distintivo olor metálico que queda en las manos después de agarrar las frías y grasientas barras de acero que cuelgan del techo.
Pola. Vaya coma pollo frito. Odio los buses, especialmente en las mañanas, y el sol nunca fue más detestable que a través de la ventanilla cerrada de un bus viciado de aire respirado una y otra vez por mil cerdos disfrazados de seres humanos.
qué lindo post! saludos.
(aunque me desmatizó el comentario de arriba.)
Es cierto, el sobre peso es lógico, no solo si hay sol, también si hay alguna ventana abierta y llueve, sucede de el lado contrario.
Desmatizante. Mjm. Mijit.
Recuerdo claramente el desmatiz de cada mañana de Jen gimoteando sobre sus amigos marrón del bus de aurora o donde putas fuera que trabajase. Comían pollo y la acosaban sexualmente, alimentando secretamente su ego ante la inminente inquisición de su propia moral que decide callar por un breve pestañeo para gozar de su segundo de gloria que encapulla y deja salir hasta el momento en que se ve transformado en alada indignación.
Ahora, dejando de lado el desmatiz y el frenesí piranesí, todo este asunto de comer pollo ha traídome a la mente un cierto pasaje del difunto por tercera vez Carnavalito 2001, que hoy, vuelve para su deleite dos pinos, y dice mas o menos así:
Jueves 14 de julio, 2005
Salgo del trabajo algo agotado, ni a putas me iré en bus hasta San José. Hurgo en mi bolsillo en busca de chelines para viaje de tarifa mínima. Nada. Solo un billete de diez mil se asoma riéndose de mi con su carota de Emma Gamboa a sabiendas de la paliza que recibiré cortesía de la Fuerza Roja. Olvídenlo. Hago miniescala – o ese era el plan- en el chino del frente. Un taco chino hará el truco.
– Tles mil quinientos. Dijo el chino. Por satan. Pago tragándome mi alboroto. No quiero problemas con la comunidad oriental. Luego de 20 minutos de espera: Pilín!, suena la campanilla. Pum: cojo la bolsa de papel. Pum: Taxi. Pum: Parada de Heredia. Pum: se suelta la tapa de la salsa agridulce. Pum: caldo vertido en todo mi pantalón. Miel. Miel!! MIEL POR TODAS PARTES. JOSÉ FUCKIN MIEL EN MI ROPA! y apenas voy por santo domingo. Empiezo a llorar. La peste es cada vez más insoportable. A este punto pierdo mi omnipresente pudor de comer en los buses y le clavo el diente al primer taco de los dos sobrevivientes. Imagen de Danny devito comiendo pescado en Batman 2 se viene a mi mente. Minivómito escala mi esófago, logro contenerlo y ponerlo de vuelta en su lugar.
Llego al Gollo de Heredia. La parada por favor. Estoy triste, llueve, tengo hambre, y estoy bañado en lágrimas, mocos, babo pink agridulce y minirepollitos que bajan por mi cuello.
Lo que me lleva de vuelta al desmatiz.
Eh. No,
Eso era todo.
Cree que no tengo que trabajar?
Cree que puedo dedicar todo mi día a su nube y sus problemas de maíz y desmatíz?
Lalalalajajajaja.
Chaus
Desde la venida inmimente del auto-automóvil me da eso de extrañar los buses. Añoro las chichotas al lado derecho de mi cabeza tras dormitar contra la ventana y todavía recuerdo el particular multi-olor que se despierta en sus pasillos costrosos, aún más al fondo donde habitan esos seres comellopo , pilot-eros y peloteros.
Creo que los de la aurora tristemente entran en mi categoría de «Altamente toxicos» , pero disfrutaba tomar los de alajuela. Tenía una extraña relación con la gente de provincia.
De repente y me sentía comoda babeando en el brazo rechoncho de cualquier señora ‘e la liga.
*Snif*
si aprovechar los pocos rayos de sol que se reciben al día…
y por cierto que les agarró a esos invitados…??es que ellos van tan felices en sus carros, «ay que asco la gente», mejor mi pequeña y burguesita felicidad en una lata de sardinas con llantas.. ahhh y un ipod para ir mas en el raid «mio»…
hola!
solo como aclaración.
pitufina y usuario genérico son buenos amigos míos. hay que conocerlos para entenderlos. espero que nadie se sienta ofendido por alguna irracionalidad que vengan a dejar aquí.
solían ser mi paño de lágrimas cuando tenía que agarrar un bus más lleno que camión blindado. y aunque por sus comentarios parezca que me odian, en realidad me quieren mucho.
silvia piranesi ~ gracias :). para mí es un honor que a usted le guste algo que yo escriba. como siempre, gracias por la visita 😀
amorexia ~ dejar las ventanas abiertas es un peligro en invierno. se mojan los asientos!
laura ~ me ha tocado eso de las chichotas, sí. lo de babear, mejor no hablo de eso.. jaja
maluigi ~ me gusta el sol :). los invitados no son anti-gente. son más bien anti-reverencia.
Hola!
Aclaración:
Jen ~ a callar. No necesitamos que nos defiendan.
Silvia Piranesi ~ tiene razón en desmatizarse. Soy un amargado total incapaz de ver un rayo de sol a través de las nubes hediondas de pollo de bombillo. A diferencia de Jen. Que no sólo ve el rayo de sol entre la inmundicia, sino que también lo ve del lado derecho. : )
Maluigi ~ tiene toda la razón, tener carro es una delicia. Ilustro mi punto con este post mío de hace poco más de dos años:
http://4sentidos.blogspot.com/2005/08/el-transporte-divino.html
Jen otra vez ~ sí, usurpé descaradamente su lugar e hice mía su técnica de saludar a todos los posteadores por una vez. Máteme. Lolololalala
Yo no quiero a nadie.
Solo a Jen ^^
Tu poema transpira estos tiempos. Escampo en tus palabras.
Saludos!
bonito poema para leerlo al sol. mucha suerte
^^
gracias a todos